Parece ser que la propaganda oficial que aconseja a las empresas blanquear a sus empleados no se condice con lo que hace el gobierno.
Ya se el Nacional, Provincial o Municipal, justamente éste tipo de prácticas provienen del propio Estado, solapadas en becas y pasantías.
Esto data de varios años atrás, desde la época en la cual gobernaba el país un riojano o tal vez antes, inclusive.
Pero lo triste de toda ésta cuestión, que hablando con los que están afectados directamente, no tienen oportunidad de denunciar, por el simple hecho que están atemorizados, ¿a qué? A las represalias, que no se les renueven sus contratos, perder su empleo, que en los tiempos que corren no es poca cosa. Cosa terrible estar atemorizados en “democracia”, y no poder ejercer el derecho valga la redundancia a defender sus derechos.
Me refiero a gente altamente capacitada y con familia que mantener, por lo tanto al estar becados o cumpliendo pasantías, que son renovadas infinitamente no pueden aportar su jubilación ni acceder al salario familiar ni a una obra social.
O sea quién debería dar el ejemplo, no pasando un simple spot publicitario, diciendo lo que se debe hacer, el Estado, no lo hace, si no justamente todo lo contrario.
Basta con ir por ejemplo, al Hospital de Pacheco, que depende de Provincia.
Casualmente los otros días tuve que realizarme un estudio, y hablando con el médico, me comentó que a pesar de estar de paro el atendería igual, por que aunque estaba de acuerdo con el reclamo, no le parecía bien que la gente estuviera de rehén (como siempre lo estamos).
Realmente es de destacar el comportamiento de éste médico, que luego de siete años de estudiar para obtener su matrícula, había hecho otros cinco años en diversas especializaciones, las cuales no puedo nombrar, ya que quedaría al descubierto y nobleza obliga, prometí resguardar su identidad, debido al temor de ésta persona, de ser un desocupado más, por el sólo hecho de que en la radio se dijera su apellido, el cual yo conozco.
Le dejé mi celular e incluso le ofrecí que le explicara a la gente por intermedio de nuestro programa, el motivo del paro que realizan, que hace que nosotros los usuarios (con toda razón también) nos enojemos.
Uno desde la radio puede intentar dar una mano o tratar de ser lo más fiel a la verdad, y la verdad es que como en tantos otros ámbitos, en el Hospital de Pacheco, los médicos, pienso que el resto del personal también, cobran gran parte de su sueldo en negro, mientras que el estado, en una propaganda, en alegre portuñol, batucada incluída, conmina a las empresas a regularizar la situación de sus empleados.
Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Esta persona está becada, si becada, aproximadamente desde hace tres años (como si fuera un estudiante) y hace años que está recibido, beca que el Estado Provincial le va renovando, me contó que hay otros que están en ésa situación desde hace cinco o seis años, pero nunca los blanquean, o sea el primero que no cumple con las leyes laborales que el mismo hace promulgar por intermedio de quien corresponde es el mismísimo Estado, algo contradictorio y lo que es peor fuera de la ley.
Graciela Pera / Mayo 2009
Ya se el Nacional, Provincial o Municipal, justamente éste tipo de prácticas provienen del propio Estado, solapadas en becas y pasantías.
Esto data de varios años atrás, desde la época en la cual gobernaba el país un riojano o tal vez antes, inclusive.
Pero lo triste de toda ésta cuestión, que hablando con los que están afectados directamente, no tienen oportunidad de denunciar, por el simple hecho que están atemorizados, ¿a qué? A las represalias, que no se les renueven sus contratos, perder su empleo, que en los tiempos que corren no es poca cosa. Cosa terrible estar atemorizados en “democracia”, y no poder ejercer el derecho valga la redundancia a defender sus derechos.
Me refiero a gente altamente capacitada y con familia que mantener, por lo tanto al estar becados o cumpliendo pasantías, que son renovadas infinitamente no pueden aportar su jubilación ni acceder al salario familiar ni a una obra social.
O sea quién debería dar el ejemplo, no pasando un simple spot publicitario, diciendo lo que se debe hacer, el Estado, no lo hace, si no justamente todo lo contrario.
Basta con ir por ejemplo, al Hospital de Pacheco, que depende de Provincia.
Casualmente los otros días tuve que realizarme un estudio, y hablando con el médico, me comentó que a pesar de estar de paro el atendería igual, por que aunque estaba de acuerdo con el reclamo, no le parecía bien que la gente estuviera de rehén (como siempre lo estamos).
Realmente es de destacar el comportamiento de éste médico, que luego de siete años de estudiar para obtener su matrícula, había hecho otros cinco años en diversas especializaciones, las cuales no puedo nombrar, ya que quedaría al descubierto y nobleza obliga, prometí resguardar su identidad, debido al temor de ésta persona, de ser un desocupado más, por el sólo hecho de que en la radio se dijera su apellido, el cual yo conozco.
Le dejé mi celular e incluso le ofrecí que le explicara a la gente por intermedio de nuestro programa, el motivo del paro que realizan, que hace que nosotros los usuarios (con toda razón también) nos enojemos.
Uno desde la radio puede intentar dar una mano o tratar de ser lo más fiel a la verdad, y la verdad es que como en tantos otros ámbitos, en el Hospital de Pacheco, los médicos, pienso que el resto del personal también, cobran gran parte de su sueldo en negro, mientras que el estado, en una propaganda, en alegre portuñol, batucada incluída, conmina a las empresas a regularizar la situación de sus empleados.
Haz lo que yo digo pero no lo que yo hago. Esta persona está becada, si becada, aproximadamente desde hace tres años (como si fuera un estudiante) y hace años que está recibido, beca que el Estado Provincial le va renovando, me contó que hay otros que están en ésa situación desde hace cinco o seis años, pero nunca los blanquean, o sea el primero que no cumple con las leyes laborales que el mismo hace promulgar por intermedio de quien corresponde es el mismísimo Estado, algo contradictorio y lo que es peor fuera de la ley.
Graciela Pera / Mayo 2009