domingo, 15 de mayo de 2011
Libertad
Donde veo mi libertad,
mis tristezas y mis ansias
y el silencio haciendo
ondas en el agua.
Aquí esperando lo inesperado,
lo imposible,
me encuentro sentada
triste y desplomada.
Porque estás y no estás
y extraño tu voz juvenil
y alocada,
y el movimiento de
tus manos ágil y
desbocado,
y tu risa libre
y despejada de los años.
Espero en un tiempo virtual
presencial e inevitable
que vengas con tu caminar
suelto, irreverente, adolescente,
a hablar conmigo de pasados
presentes y de futuros
inexistentes.
Y ésta loca alma mía
sufrida y desgastada,
aguarda, siempre aguarda…
Graciela Pera
15-5-2011
lunes, 10 de enero de 2011
La ventana
Estoy sentada aquí, mirando de frente el Paraná Guazú, son las seis de la mañana y como tantas otras veces, el insomnio se apoderó de mí, desde hace más de dos horas. Está nublado y es imponente ver la majestuosidad del río, las copas de los árboles meciéndose por el fuerte viento Sur, aunque aún el río no ha crecido, no se produjo todavía la tan temida sudestada. El cielo está plomizo, pero aquí en Entre Ríos, camino a Ibicuy nunca se sabe, en cualquier momento se despeja y aparece ése recalcitrante sol que te perfora los huesos y la sesera. Por la mañana hacen su coro de ángeles los pájaros y las gallinas, pero el gallo macho impone su chillido anunciando la aurora. Yo, mujer de ciudad, porteña, jamás imaginé estar en éste lugar, son extrañas las vicisitudes del destino…Aquí todo es más imponente y omnipresente, la naturaleza en estado puro. No hay pescadores en el muelle ya que el viento no es favorable, si pescas a flote tal vez tengas suerte que pique algún dorado, el tigre de los ríos, es increíble cómo se defienden éstos bichos, alguna que otra palometa más conocida como piraña, pejerrey es raro. Ayer los chicos de acá mataron dos yarará, entre verduscas y marroncitas, como para confundirse bien las ladinas con la topografía del lugar, si vas cerca de los yuyos es muy probable que no te des cuenta que andan por ahí mimetizándose con el terreno, bicho traicionero, pero seguramente no tanto como el humano. Ella lo es por instinto, por su naturaleza intrínseca, el hombre no. En general huyen del humano ¿por qué será? Atacan sólo si ven un peligro cerca, el humano se asemeja más a la hiena, es capaz de clavarte la puñalada acompañada de una sonrisita falsa. El río es marrón, si uno se mete no ve que hay abajo, sentís algunas cosas que te pasan por las piernas, quizás alguna mojarra, que con suerte pueda llegar a adulta si no la pescan antes con un mojarrero y la usan luego para carnada de algún armado, que a su vez sirva de comida para el tan ansiado dorado, la cadena alimentaria, no natural sino para saciar los apetitos deportivos del hombre, quien siempre rompe el ecosistema, incluso con los hombres. En medio de semejante cielo plomizo, se filtran algunos rayos de sol, el silencio es profundo, salvo los pájaros. Si te metes en el río, también tenés que ser cuidadoso, las corrientes que hay debajo son traicioneras, no como el hombre, ellas lo son por propia naturaleza, el hombre las va moldeando, pergueñando. Aquí el lecho del río es barroso, como un chocolate donde tus pies se entierran en el, como en esos spa que te ofrecen terapias con barro, acá tenés para tirar para arriba, sería un buen emprendimiento, otra característica de los humanos en donde nada como pez en el agua, hablando de lo ictícola, es que se cree todo lo que le venden, porque su naturaleza narcisista así se lo impone. ¡Entre a nuestro SPA! Le ofrecemos los mejores tratamientos con barros extraídos especialmente del Paraná Guazú, van y compran y ni siquiera tienen el mínimo sentido de pensar que los que los va a mantener jóvenes es la paz interior, no ningún barro y también es relativo la vejez y la muerte acechan en todos los rincones. Sin embargo está para pensarlo… Agarras a una cuantas viejas chotas, las pones en pelotas y las llenas con ese barro pegajoso, le cobras unos buenos mangos y las viejas se van chochas, ya no tan chotas, o al menos eso creen. Puro narcisismo. Guazú que significa no sé en qué lengua, será alguna de los antiguos pobladores de la zona, agua grande, en verdad es grande. Sentada desde aquí calculo que entre orilla a orilla debe haber dos mil metros y en el medio una profundidad de cincuenta. La última inundación que duró varios meses, no sé si por efecto del niño, la niña o el tatarabuelo, secó (aunque suene paradójico) un ceibo hermoso que había cerquita de la cabaña, aunque aquí está lleno de los árboles de la flor nacional, esa coloradita, tan linda. Desde la ventana puedo observar cuando encienden o apagan, cuando amanece o anochece, las luces del segundo puente y ni que hablar del festival de estrellas que se observan en éste cielo inconmensurablemente no ya azul, sino casi negro azabache. Los camiones que pasan por el puente parecen hormiguitas chiquiiitas, chiquiiitas. Si clavas la vista fija en los pajonales, podes ver alguna comadreja, carpincho o nutria, yo no me le animo, pero como siempre la depredación humana hacen que sean muy buscados, según parece son un manjar. Te decía que entre costa y costa hay mucha distancia, sin embargo como con un efecto de eco podés escuchar perfectamente en ésta inmensa soledad lo que hablan los humanos que se encuentran en la otra orilla. La tranquilidad se rompe mientras pasa un pequeño bote a motor que seguramente irá tripulado por algún pescador que va a controlar los espineles que dejó toda la noche. De vez en cuando algún barco carguero (muy pocos), la mayoría doblan en un canal y se dirigen a San Pedro o a Rosario, entonces te da la impresión mientras miras desde la ventana que va por entremedio de los árboles, porque sólo se asoma su chimenea, resulta gracioso. Algunas leyendas de la zona, dicen que acá cerquita estaba el aguantadero del Gordo Valor y la Garza Sosa, otras dicen que aún está, pero vaya a saber si es verdá (como diría el paisano). Hay mucha gente rubia curtida por el sol, algunas con profundos surcos en el rostro, son por las diferentes inmigraciones de italianos, alemanes y no sé que otras yerbas. Cambió el viento, está soplando del Norte y el río que estaba picadito, se planchó, más lindo para pescar a flote, así no te arrastra la boya. Es un lugar hermoso, pero tiene sus pro y sus contras, como todo en la vida. A las veinte y quince en punto (ya lo tengo calculado), dura más menos una hora, te tenés que meter dentro de la cabaña porque los mosquitos (aunque son más chiquitos que los que hay en Tigre) te llevan en andas. En época de verano, algunas veces tenés que cenar con la luz apagada, porque vienen unas mariposas que aunque no pican se te meten por todos lados, luego a la mañana cuando te levantas dejan un polvo amarillo que si lo tocas te mete un ardor de la hostia. Ese polvo amarillo si no lo sacas forman las gatas peludas. De cuando en cuando, algún barco arenero clava su gigantesca ancla en medio del Guazú y comienza a sacar arena seguramente para vender, en el medio del río sí hay arena en vez de barro. Es tanto el silencio que a pesar de que el tren pasa a cinco cuadras se oye como si lo tuvieras al lado, algo que en la cloaca sonora de la ciudad seguramente ni se notaría. Otro día te voy a contar sobre el pueblito de Brazo Largo y mi viajecito a Ibicuy con su vieja estación Holt, donde parece que el tiempo se hubiera detenido. Como dijo Lucio V. Mansilla ¿será cierto que la civilización es corruptora?
Graciela Pera
8-1-2011
domingo, 19 de septiembre de 2010
La Noche de los Lápices
Se conoce con el nombre de La Noche de los Lápices al secuestro realizado el 16 de septiembre de 1976, (34 años) a diez adolescentes de colegios secundarios en La Plata, cuando luchaban por el boleto estudiantil que actualmente gracias a ésa lucha gozan los jóvenes. Estos chicos eran integrantes de la UES, Unión de Estudiantes Secundarios, organización fundada por el Gringo Caretti, en 1974, nacido el 17 de abril de 1954 en Capital Federal, líder natural de los estudiantes secundarios, y militante montonero.
El 24 de marzo de 1976 se produjo el golpe de Estado, cuyo gobierno de facto estaba compuesto por Videla, Massera y Agosti. Dicha asunción no fue casual y a mi entender tan a la fuerza (aunque evidentemente luego se desmadró) ya que surgió a partir de un decreto firmado durante un gobierno democrático el 2772/75 por Ruckauf, Cafiero, Robledo y Luder (fuente Eduardo Tagliaferro). Este último para la fecha en la que se firmó el decreto se encontraba ejerciendo el cargo de Presidente de la Nación, por ser Presidente Provisional del Senado ya que María Estela Martínez de Perón, a cargo de la presidencia al morir su esposo se encontraba fuera del país, recuerdo que con el regreso de Perón, en la presidencia de Cámpora se escuchaba la frase Cámpora al gobierno, Perón al Poder, cuando Perón muere allá por julio de 1975, pero casi un año antes, en el acto del primero de mayo de 1974 por el día del trabajo en Plaza de Mayo, se corta la relación entre Perón y los Montoneros cuando el primero los llama imberbes,.
HABLA PERON: "...Compañeros, deseo que antes de terminar estas palabras lleven a toda la clase trabajadora argentina el agradecimiento del gobierno por haber sostenido un pacto social que será salvador para toda la República...
CANTICOS EN RESPUESTA: ¡Conformes, conformes, conformes, general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar! - ¡Aserrín, aserrán, es el pueblo el que se va! (fuente Página 12).
También debemos recordar la triple AAA, Alianza Anticomunista Argentina, que comandaba José López Rega (el brujo) y secretario personal de Perón en su exilio en Puerta de Hierro, España. Esta organización intentaba repeler los ataques guerrilleros, la Ley del Talión, (ojo por ojo diente por diente).
Se le atribuye a la triple A varios hechos como el asesinato del padre villero Mugica el 7 de mayo de 1974, (fuente Yo soy Vargas, E. Guerrero).
Oscar Alende, cuenta que después de que Perón concluye su discurso y entra a la Casa de Gobierno, Alende le dice: "Pero, General, ¿qué pasó con la juventud?". "Bueno -le dice Perón-, de vez en cuando hay que darles un tirón de orejas a los jóvenes, pero no es nada." Y lo agarra a López Rega y le dice: "No quiero que ocurra absolutamente nada y usted es el responsable". Si Perón no le hubiese dicho eso a López Rega, nos esperaba una masacre... se repetía en la Facultad de Derecho la masacre de Ezeiza. Yo creo que Perón no conocía los movimientos de López Rega, pero sí podía conocer la tendencia de lo que estaba haciendo López Rega. Y si lo conocía no lo quiso ver, lo intuía pero no lo quería ver, (Juan Pablo Feinnman, Peronismo, Filosofía Política de una Obstinación Argentina). Con humildad me permito disentir con un intelectual como Feinmann, Perón a mi entender era muy inteligente, un estratega, descreo que no supiera del accionar de su secretario personal.
Retomando la muerte y desaparición de los estudiantes de La Plata, uno de los sobrevivientes Pablo Díaz, contó su sufrimiento y el de sus compañeros en el Pozo de Banfield, lugar en el cual se encontraban secuestrados y actualmente quieren dejarlo como la ESMA un espacio para la memoria, según un artículo del domingo 13 de septiembre de éste año del diario Tiempo Argentino. Como diría Feinmann ¿dónde está la verdad?, en el sentido que si bien es un horror la masacre que realizaron los militares y nada lo justifica, es de destacar que los jóvenes que murieron eran como carne de cañón, ya que Firmenich, Galimberti, Vaca Narvaja, también fueron indultados en su momento y salieron ilesos, arengando a los más jóvenes. También es un horror injustificable la muerte de Paula Lambruschini hija del vicealmirante Armando Lambruschini que se desempeñaba como Jefe del Estado Mayor General de la Armada y vivía con su familia en la calle Pacheco de Melo 1963, Piso 3º “B” de Capital Federal. En la madrugada del 1 de agosto de 1978 una poderosa explosión conmovió Barrio Norte, causando 2 muertos, 10 heridos y cuantiosos daños materiales en su domicilio y edificios aledaños. El hecho se lo adjudicó el Ejército Montonero por medio de un comunicado que decía: “Parte de Guerra” Pelotón Especial “Eva Perón. 1 de agosto de 1978; El día 31 de julio a las 23 horas, el Pelotón de Combate Especial “Eva Perón”, procedió a colocar una carga explosiva (de fabricación montonera), en el Barrio Norte, zona oligárquica donde vive el asesino y torturador vicealmirante Armando Lambruschini, Jefe del Estado Mayor y futuro Comandante en jefe de la Armada…El explosivo que detonó a la 1:40 en el mencionado barrio produjo la destrucción de la casa del asesino Lambruschini, la muerte de uno de sus custodios y graves heridas a otro. Lamentablemente también murieron la hija y una anciana, víctimas inocentes de esta guerra declarada por la dictadura y heroicamente enfrentada por nuestro pueblo.” (Fuente Diarios, Clarín, Nación, Crónica de la época), también soy yo misma la propia fuente, ése 1 de agosto me encontraba a tres cuadras, tenía diecinueve años, tres minutos antes había pasado por el lugar, así que sin haber intervenido nunca en política, venía de estudiar y salí ilesa por milagro. Me pregunto, ¿es necesaria la violencia? La muerte de los chicos de La Plata, la hija de Lambruschini traicionada por una amiga que era montonera y puso la bomba debajo de su cama, tenía tan sólo quince años. ¿Se puede justificar la muerte de los chicos de las Malvinas, enviados por un descarado borracho como Galtieri? ¿Qué nos pasa como sociedad?
¿Democracia? ¿Gobierno de Facto? En ambos había organizaciones paramilitares, a veces ignoradas realmente por la sociedad y en ocasiones esa misma sociedad (nosotros) mirando para otro lado. La frase del Dr. Favaloro reciclada emulando a San Martín me agrada: todos somos responsables, pero la responsabilidad mayor recae en la clase dirigentes, si viviera San Martín, caparía a lo paisano a varias generaciones de mandantes. Luego tendríamos que analizar que muchos acusaron al Dr. Favaloro de sacarse fotos con los militares genocidas y por último que San Martín admiraba al tirano Rosas (tirano para algunos).
Si nos remontamos a la Biblia, ¿quién puede arrojar la primera piedra?
Lamentablemente, el odio y la violencia seguirá generando víctimas en nuestro país, tal vez me equivoque…
Graciela Pera
16 de septiembre de 2010.
domingo, 29 de agosto de 2010
El padre es el hijo y el hijo es el padre?
Me hice ésta pregunta al mejor estilo, Ser o no Ser, ese es el dilema. Estaba tomando un café y viendo las noticias cuando de pronto aparece un conocido periodista ofuscadísimo, portador de igual apellido que un filósofo del canal Encuentro, tratando de educar a un padre para que a su vez éste eduque a su hijo. Me siento confusa porque no sé hasta qué punto un hombre de los medios puede desarrollar semejante tarea y con que derecho.
No sé si el hombre había ido al consultorio del Dr. Jury, ése, el de los famosos, porque la verdad en éste mundo en el cual está todo invertido, parecía tener menos edad que el hijo, pero lo que me llamó poderosamente la atención más que su tersa piel, sus dientes blanqueados y su abundante cabellera, era que estaba apoyando la toma de un colegio con su primogénito y otro grupo de jóvenes.
Aunque el reclamo resulte legítimo, no sé si la forma lo es, entonces aflora en mí otra pregunta ¿el fin justifica los medios?
El periodista se dirigía al padre casi a los gritos, el otro al principio no acusaba recibo, lo que hacía que además de su apariencia física pasara como un flor de…, no me quiero prender en la grosería, pero como Fontanarrosa decía que no había palabras buenas ni malas, apoyándome en el maestro diría que pasaba como un flor de pelotudo, porque como dijo el rosarino frente a los capos de la Real Academia Española no es lo mismo decir que un tipo es tonto a que es un pelotudo.
A los gritos el periodista le informaba al padre que estaba siendo cómplice de su hijo en un delito, (la toma del colegio), como si alguien en éste país fuera preso por eso…El siliconado padre al mejor estilo de conocido chocolatero, al fin acusó recibo y se sacó la cucaracha de la oreja no sin advertirle primero que no tenía derecho de decirle como debía criar a su pequeño monstruito adolescente.
Acto seguido, una joven se pone el adminículo negro en su oreja y comienza hablar con el periodista, de igual a igual, cuando éste le dice niña, ¡para qué! Le refutó que ella no era ninguna niña, que tenía dieciocho años y que el reclamo era justo porque parece que el Jefe de Gobierno, sólo se dedica a poner lucecitas en algunos barrios coquetos, pero de las escuelas y hospitales, ni hablar. Si mi viejo estuviera me diría: si vos llegás a hacer lo que éstos chicos, te pego un patada en el upite (en realidad me diría culo), y te ibas a dejar de joder, y eso que yo era bastante rebelde, algunas bombitas de olor podía ser la máxima travesura, pero no tomadora de colegios y menos se me hubiera ocurrido por más válido que fuera el reclamo decirle a mi padre que me acompañara. Le pido por favor a los derechos humanos que no piense que mi viejito era un golpeador, nada que ver, jamás me puso la mano encima. Sólo nos miraba a mi hermano y a mí, tenía autoridad no autoritarismo, porque viste? Si no, acá se confunden los tantos.
Una profesora intentó entrar, habló con los periodistas con una cancha bárbara, se ve que le gustaban las cámaras, cucaracha en oreja, entreabre la puerta y con cara de carnero degollado le pide permiso a los alumnos que por supuesto le fue denegado. La mujer casi da una conferencia de prensa, o una clase magistral explicando que el término adolescente, viene de adolecer (sufrimiento, rebeldía, crisis, duelo) y no sé cuántas huevadas más. El reclamo es legítimo, pero me pregunto, ¿estarán los chicos confundidos con esto de los límites? ¿o los padres? Creo que estamos confundidos todos, vemos con una naturalidad pasmosa como un dirigente toma una comisaría, el hijo de un camionero destroza las oficinas de una conocida autopista, un secretario que supuestamente maneja entre otras cosas los números del INDEC, reparte guantes de box y cascos en una reunión para que nadie salga herido en la votación de un decreto o no sé qué corno. ¿Cómo terminó todo? El Ministro de Educación les mandó pizza y coca a los chicos y a los padres, por un momento creí que estaba viendo una toma de rehenes. Ah, me olvidaba uno se quejó porque no le llevaron faina.
Graciela Pera
29 de agosto de 2010
sábado, 17 de julio de 2010
Chavelandia o Chavetalandia?
País un tanto bizarro, en especial quien lo dirije, con acento venezolano, programa propio, Aló, Presidente y twiter incluído, que hace de la práctica del twiteo un estilo de vida. ¿O habrá perdido la chaveta?
¿Qué se le ocurrió ahora a éste buen hombre? Desenterrar a Bolívar después de más de un siglo, y les juro que me agarró un poco de miedito, ¿a qué? A que comiencen con un pico y una pala dentro de la Catedral y pretendan desenterrar a San Martín, pensar que con los vivos de turno, tenemos suficientes problemas como para hacer intervenir en éste sacrosanto mundo también a los muertos. ¿Por qué no los dejan descansar en paz? Como diría mi santa abuela, que Dios la tenga en la gloria y no pretendan desenterrarla, ella siempre decía: a los muertos hay que darles cristiana sepultura y dejarlos en paz con su almita.
Pero parece que en Chavelandia hasta lo imposible es posible. ¿Tendrá algún pariente perdido por ahí Don Simón? Si yo lo fuera me negaría rotundamente, miren si le hacen el ADN y resulta ser algún antepasado colonialista, flor de kilombete se armaría. Las líneas de Aló Presidente estarían saturadas al rojo vivo, preguntándole a su Excelencia, ¿dónde miércoles enterraron al verdadero?
Imagino las noticias en crónica: CADAVER ENCONTRADO NO ERA EL DEL PROCER BOLIVARIANO. Más abajo:
Intentan develar el misterio, parece ser que un plato volador al mejor estilo Ray Bradbury hizo el intercambio, ya que estos seres más inteligentes que nosotros, intentan descubrir el gen que se encuentra en extinción, el del buen sentido.
Páginas y páginas de noticias, agenda setting, editoriales completas de Gelblung, Casella, Lanata, Belén Franchese, Graciela Alfano, Ricardo Fort y demás yerbas, intentando dar una explicación periodística a semejante barbarie.
Luego vendría el merchandising, las remeras estampadas con el cajón a medio abrir del líder bolivariano que otrora se encontrara en Guayaquil, allá por 1822 con San Martín, gorritas con visera, bolsos, y algún chicle con el esqueleto de Bolívar, se comenta que en Aló Presidente quieren poner una suerte de quiniela y jugarle al 22 varias veces, algunos emulando la fecha del memorable encuentro entre los próceres otros, alegando que ése número le corresponde a quien dirige Chavelandia (el loco).
Las noticias (que nunca sabemos si son creíbles o no) dicen que los venezolanos están muy enojados con el Presidente twitero, alegan que es una cortina de humo para tapar los verdaderos problemas que tiene Venezuela, de eso los argentinos sabemos bastante, otros mal intencionados que pululan por ahí dicen que quieren echarle la culpa al esqueleto de Bolívar de los negociados entre Venezuela y Argentina, yo no creo que los dirigentes de ambos países en una democracia profunda como la que se está viviendo, tengan esa mala intención. No, me resisto a creerlo, de última me puse a pensar que tal vez un ex presidente necesite un ojo para dejar de mirar chanfleado y hayan decidido exhumar a Don Simón, además si se hiciera semejante intercambio entre ambos países, tal vez los argentinos saldríamos beneficiados y el ex presi miraría las cosas con otros ojos, ¿no? seria más condescendiente, AMEN
Graciela Pera
17 de julio de 2010
jueves, 27 de mayo de 2010
Chacabuco la tierra de Osvaldo Pera y Haroldo Conti
Chacabuco la tierra de Haroldo Conti
Fui a conocer Chacabuco, donde nació mi padre en 1918, movida por la curiosidad y una partida de nacimiento en la cual había salido de testigo un tal Vallerga, vecino del pueblo devenido en ciudad. En esa época los niños nacían en las casas y un vecino hacía de testigo frente al Juez de Paz del pueblo. Eran los finales de la primera guerra mundial. No se puede retratar en pocas líneas la emoción de ésta familia de Chacabuco al ver en ese papel de noventa y dos años de antigüedad la firma del que fuera su padre. Como toda gente de pueblo, aunque Chacabuco es ciudad, sigue conservando ese encanto pueblerino, que permitió que me invitaran a pasar y charlásemos un poco. Es rara la sensación que uno siente al encontrarse en la tierra donde nació el ser que fue capaz de engendrar a otro ser. La tierra de Haroldo Conti es la tierra de mi padre y la tierra de mi padre es la de Haroldo Conti, con siete años de diferencia. Conocer a un personaje como Joe, el peluquero que vive al lado de los Vallerga, y confesó su edad verdadera que a decir verdad está muy bien llevada al igual que su verborragia fue todo un placer. Tratar de espiar aunque más no se por una hendija tu antepasado es apasionante. El 25 de mayo nació Conti, el 7 de junio, mi padre, ambos geminianos. Hospèdarse en el Hotel Italia, el más antiguo de Chacabuco, fue también un placer, al igual que almorzar y cenar en el restauratne frente a la plaza, creo que se llama La Marina, un placer aún mayor. Mi padre se aporteñó y Conti se enamoró del Delta, en Tigre, donde vivo actualmente. ¿¿Existirán las casualidades?
Graciela Pera
27 de mayo de 2010
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